domingo, 26 de junio de 2011

En mí, enti. En mi alma !


Los números se marcan y borran de la pantalla de mi celular, de a poco comienzo a aceptar que cada vez que te recuerdo conmigo, es solo eso, un recuerdo, y que ya no puedo sonreír y llamarte para decir, te acuerdas? ; Pero aun así te cuento que sonrió al recordarlos, aunque nunca lo sabrás, tampoco sabrás que cuando quiero sacar algo de mi mente, pienso en contártelo todo, pero eso tampoco lo sabrás, y mucho menos pasará.

Te arranco de mi historia, y te convierto en una que se parece como a las de mi niñez, casi en blanco y negro, casi no distingo bien cuando pasaron algunas cosas, y poco a poco comienzo a aceptarlo, una parte de mi se fue contigo ambos lo sabemos, pero también sabemos que ninguno se rendirá, que nos pararemos aunque lo hagamos gateando, porque eso es lo que mejor aprendimos a hacer, a continuar, simplemente no mirar atrás. Y si un día piensas en mí, y si un día yo vuelvo a pensar en ti, como lo hago hoy. No será más que un momento, solo uno para envolverme en los recuerdo y en lo que una vez fuimos, pero tan solo uno para no volver a desvanecernos, para no arriesgarnos a perdernos de nuevo. A pesar de lo dulce que parezca.

Una simple palabra podría confundirnos, no, miento, una no es suficiente para borrar todas las marcas en mis ojos, pero 3 podrían convencerme de dejarlo todo. Pero luego me pregunto, si es posible que la silla que pierde su apoyo, pueda quedar como antes, sin dejar huella… difícil lo veo. Y mientras todo esto pasa, tú y yo seguimos avanzando convirtiéndonos en lo que siempre juramos no pasaría, un par de extraños. Un número más en el celular, otra persona a la que le sé el nombre pero no le conozco el alma. De esta forma se termina todo entre nosotros, ruego no encontrarme contigo, como también ruego que estés bien. . Que fácil y que difícil fue. Que fácil y qué difícil es.

Por si el tiempo las deja olvidadas (!)






Siento unos golpecitos sobre mí que me despiertan, me encuentro extremadamente cómoda y protegida, al cavo de un rato los golpecitos desaparecen y logro quedarme dormida nuevamente. Cuando de pronto se acerca a mi un ruido que al principio no logro reconocer, y hace vibrar a mi alrededor, pero cuando el ruido se acerca mas a mi, distingo unos sonidos armónicos que me gustan, y reposo mi orejita cerca, para oírlo mejor, sin que yo quiera mis pies y manos comienzan a moverse al ritmo del sonido, me paso a pegar en las paredes que ya son algo chicas para mi. Y cuando eso pasa siento una presión en mis patitas. Algo al otro lado me aprieta, y me acaricia suavemente, y comienzo a cerrar los ojos lentamente, sin poder controlarlos, hasta caer en un sueño profundo, esto acompañado de esa voz que me encanta, que me habla suave y regalonea. Después de horas despierto , no logro estirarme, comienzo a desesperarme y a estirar mis manos y pies contra las paredes para lograr tener mas espacio, pero no daba mucho resultado, continuo haciéndolo hasta que son las paredes las que me empujan a mi, sin poder hacer nada, me asusto, no se que esta pasando solo cierro los ojos y comienzo a llorar, ´¿Dónde estoy?’.
Que frio hace, y llego a la voz que escucho constantemente, me abraza, me besa, llora. Yo comienzo a sentirme mas tranquila, en casa. Siento unos pinchacitos en mis mejillas, acompañados de unos soplos en mis ojos, que me despierta de golpe, y al abrir mis ojos comienzo a ver una imagen que termina por hacerse nítida y clara en segundos, era el que provocaba esos sonidos y me pinchaba las patitas, y hacia cosquillas, la voz lo llama hermano. Luego de eso llega otra voz ,“papá”.
1 día. Te traigo un regalo.
3 años. Construyo un castillo de arena, me tomo horas terminarlo, quien pasaba a mi lado, me ayudaba a levantar una torre, hacer un camino, a ubicar un juguete en el. Mama, papa tomaban fotos, y cuando me preparaba a jugar en el, apareces corriendo diciendo jeronimooooooooooo!, y dejas caer todo tu cuerpo sobre mi obra de arte.
6 años. Una mañana tranquila de un sábado, me despierto contigo molestándome para variar, agarras uno de mis tantos peluches que me gustaba colocar a cada lado de la cama, dejándome a mi al medio y protegida, (cosa que ahora dudo que resultara). Los golpeas en la cara, en la guata diciendo:”toma pffffff”, cada vez que lo haces, me amenazas con que si no juego contigo al karate los mataras, y termino sobre la cama recibiendo almohadazos, y empujones.
8 años. El viejito pascuero te trae un súper nintendo, con el juego Mario Bross 3. Nos despertamos casi al alba a jugar, papa nos encuentra en el living, y nos lleva una frazada para taparnos. Pasamos harto tiempo jugando, pasando los mundos con o sin flauta.
9 años. Papá nos trae a cada uno, uno de esos lápiz grafitos enormes, y no se porque si cada uno tenía el suyo, comenzamos a pelear por uno, tomando cada uno un extremo del lápiz y empujando, te digo: ¡suelta! Mil veces, y no haces casos, hasta que te rindes soltando el lápiz, y yo cayendo con todo el peso de mi cuerpo en mi mano izquierda, como consecuencia, unos días enyesada. Recuerdo a mamá poniendo mi mano bajo el agua, y papá retándote, aludiendo a los 4 años que me tienes por ventaja.
10 años. Nos acostamos a ver dragon ball y también mousterin, donde te gustaba decirme que yo era cronch, y yo a ti, oblina. Y como mama nos daba milo. También recuerdo aunque no con claridad, que cabalgamos en el campo de la abuela, y si tu caballo corría mas rápido el mío le seguía el ritmo, y yo te decía pará !, y obvio que no me escuchabas.
11 años. Estábamos en la casa de los abuelos en chile chico, cuando se te ocurre la gran idea de ir a trotar a orillas del lago, era una mañana de verano, y hacia calor, asique los dos en pantalón corto, y polera nos fuimos rumbo al lago general carrera. Íbamos de lo mas bien, en la orilla, cuando se levanta un viento de aquellos en chile chico, y vemos como toda la arenilla que hay producto de la erupción del volcán Hudson, se aproxima a nosotros, clavándose como agujas en nuestras caras, brazos y sobretodos piernas, dejándonos literalmente en el suelo abrazados hasta mas no poder, detrás de un arbustillo, tratando de protegernos.
- Jugábamos con el bobi en todo el patio, era tan bueno al principio, ósea siempre lo fue, pero después de que lo entrenaras se puso violento para jugar, y después era realmente jugar por tu vida, y con miedo correr del bobi y subirse a algo alto donde no nos alcanzara.
11 años. Vamos de vacaciones a viña del mar, en donde se te ocurre la gran idea de que todos nos tiñamos el pelo, pero solo terminaron haciéndolo papa y tu, tu fuiste algo mas extremo porque hasta colocaste tintura en tus cejas, como consecuencia el papa con las canas amarillas y tu con el pelo y cejas rojas, y todo el verano usando un pañuelo en la cabeza que te tapaba hasta las cejas. Quedaste como mouser.
11 años. Nace Lucas. El ultimo de nosotros, el retoño, el conchito, el malcriado y regaloneado por todos, el chiche, el que nos une, y mantiene despiertos a todos. El que sabe que alguno de nosotros accederá a lo que pide. El que luego se metería a mi pieza, abriría todos mis cajones, me revisaría todo. Compartimos el amor por los animales. Mi mejor hermanito menor. Te amo, te amo, te amo.
11 años. Te vas.
12 años. Nos quedamos solos un fin de semana en Cochrane, nos instalamos en la pieza de los papas, vemos películas todo el día y comemos papas fritas hasta enfermar.
13 años. Volvemos a reencontrarnos. Pero no por mucho tiempo porque nuevamente te irías a estudiar lejos, en 3 años, éramos de los de llegar tarde a clases, tu sobretodo que te quedabas sin pensarlo dos veces tomando desayuno en la casa para llegar a clases cuando ya todo marchaba, recuerdo como un profe nos comparo; usted es igual que su hermano , blablaba. También el tiempo que compartíamos pieza mientras agrandaban la casa, nos despertamos con la radio, te levantabas de golpe al primer ruido haciendo como si nada te costara levantarte en la mañana, y te volvías a meter en la cama.
- Recuerdo como llegaste de aplicado del servicio militar, hacías fuego los fines de semana, te levantabas temprano, no te duro tanto eso si, pero si lo suficiente para decirme un día en pleno inverno en Coyhaique, que tenia 5 minutos para bañarme, o cortabas el gas, y así fue siento el agua congelada en mi cuerpo a las 7 am.
Me molestaste hasta que te aburriste diciéndome que era adoptada, y el adoptado terminaste siendo tu ajajaja , naaa. Cuando termino el liceo me preparo para ir nuevamente a vivir contigo, hago que cambies todo tu mundo, ya no viviras mas con tus amigos y compañeros de la u, y tendrás que también aceptar algunas obligaciones. Altos y bajos, abrazos y peleas, mi bro y mi enemigo. Todo eso fuiste, pero sin duda que lo que mas fuiste, fue ese lazo con la familia, que hoy veo cortado. Me dijiste te extrañaría en varias cosas, pero no acertaste en las causas, pues no te he necesitado para pagar las cuentas, pero si he necesitado tus abrazos, tus cosquillas torpes, en donde me enterrabas los dedos en mi guata, y como nos gustaba molestarnos diciendo, no me das risa me das pena. Jaja.

estas lineas son pequeñas comparadas con nuestras historias, para ti hermano escribo algunas por si el tiempo nos las deja olvidadas. TEAMO.

Pamela Paz Sandoval.